martes, 20 de octubre de 2015

desde el yo más profundo...


Cuentos y fabulas
Lieh-Tzü
En la narrativa de la fabula taoísta, encontramos la secuencia de un hombre mayor que debe, buscar un reemplazo a petición del duque (su empleador) para que continuara la ardua tarea de encontrar los mejores caballos para ponerlos al servicio del duque. Curiosamente recomienda a un amigo el cual, como primera tarea envía a otra locación por una yegua castaña clara que era de una connotación superlativa (los evaluadores hablan de caballos buenos y otros superlativos, los que son algo más que extraordinarios son caballos casi de ensueño), la que resulto ser un potro negro azabache, a lo que el duque protesto y puso en tela de juicio el mencionado talento del nuevo evaluador.
Po Lo (el antiguo reclutador de caballos) reparo que su amigo (reemplazo) Chin-Fang Kao tenía la capacidad de ver dentro del animal, su esencia, su naturaleza única, por lo que se le escapaban detalles tan superficiales como los que notamos todos a simple vista. A veces nos pasa que vemos cualidades en las personas que opacan sus defectos, a veces las idealizamos, a veces buscamos esa unicidad tan lejana que ignoramos la naturaleza única de aquello o aquellas personas que tenemos en frente…
La vida constituye una búsqueda incansable, unos empezamos buscando aquella cosa que es única, esa que no sabemos lo que es, pero que sin duda sabremos identificar cuando la encontremos, otros buscan paz, otros venganza, otros buscan el descanso de terminar de vivir y por tanto buscan la muerte, otros dicen no buscar nada, pero viven a la sombra de la búsqueda de un algo al cual entregar su energía vital, indiscutiblemente nuestra búsqueda nos da un velo que filtra aquello que evaluamos al buscar, lo que también nos ciega de detalles tan minúsculos que contienen el referente anhelado pero solo pasa en órbita a nuestra persona porque queremos ver algo que pensamos tan lejano que se nos escapa, es decir, queremos ver tan lejos que no podemos ver lo que está cerca, irónicamente existen personas que no ven mas allá de su nariz por lo que no nos pueden ver. En este perverso ciclo vicioso nosotros, cada uno, también conformamos el sueño o el ideal de quien nos busca, somos la respuesta a una pregunta gritada en otro con fin del planeta, pero ¿Cómo concretar este exquisito balance universal? Quien responda solo será un embustero, ya que cada camino, cada sendero, cada viaje tiene su propio ser, su propia secuencia de viñetas, las cuales deben comprender una pincelada de este inmenso lienzo qué pintamos.
El texto nos revela una verdad absoluta, cada uno tiene el poder de ver lo extraordinario, la pregunta más adecuada es porque no lo hacemos, yo creo que si Eva no hubiera mordido la manzana y la vida fuera eterna vivir no tendría valor alguno, no podemos armar el rompecabezas al primer intento, porque si así fuera lo lúdico del juego seria agua entre los dedos y no podríamos aprender cosa alguna.

Otro detalle es la equivocación en el sexo y color del animal, lo que a mi parecer nos enseña es dejar de lado la superficialidad y ver la potencialidad, no seremos tan hipócritas de decir que no nos fijamos en lo externo, porque hasta la comida se ingiere primero por la vista, pero aprenderemos a no tener como eje central este referente porque discrimina y nos desfavorece. Te preguntaras quizás porque nos perjudica; el rechazar a una persona le abre la oportunidad a esta de conocer o llegar a la universalidad de otra, rechazar a la misma te priva de conocer lo que tiene y hace grande o pequeña a esa persona, por lo tanto ella no recibe una aprobación tu no recibes una experiencia, un aprendizaje entonces ¿Quién lleva las de perder?......
***NADA ES LO QUE PARECE***


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